La alta concentración de explotaciones ganaderas, genera altos volúmenes de purines, que no pueden eliminarse por el vertido directo en el campo.
Los malos olores y la emisión de gases de efecto invernadero son problemáticas conocidas en la gestión habitual de los purines. Además, el vertido de los purines excedentes da origen a graves contaminaciones del suelo, de las aguas, provocando graves problemas ambientales en las zonas de alta concentración ganadera.
La acumulación en balsas a cielo abierto tiene fecha de caducidad según la legislación Europea. Buscar soluciones para un futuro inmediato es prioridad.
Convertir el purín, que es un residuo, en un recurso, es una realidad fácil de integrar en la gestión de una granja de porcino o de vacas lecheras.
Existe un sistema que revierte el efecto de los purines en el suelo, convirtiéndolos en energía aprovechable y subproductos de alto valor añadido, para su uso en el campo o para su comercialización como abonos orgánicos ecológicos.
Hablamos de la generación de biogás, que servirá para abastecer de energía a la ganadería. Plantas de biogás insitu, donde el purín no tiene que desplazarse, y su recogida se integra automáticamente en el proceso de la granja. El purín de cerdo o de vacuno, mediante un proceso químico, generará Metano, que se usará como fuente de energía. A la vez se obtiene un fertilizante natural y orgánico mas amable químicamente para usarse como abono.
El grave problema de los purines
Se acepta con carácter general que los problemas medioambientales de la ganadería son consecuencia de la alta concentración ganadera y como consecuencia contaminación del suelo, del aire y del agua, que se produce en algunas zonas, lo que dificulta la correcta gestión de los purines generados . Los purines acaban siendo un problema y un elevado coste para el medioambiental y para el ganadero.
Los purines de cerdo y de vacuno son los que más problemas causan a los ganaderos. La cabaña porcina ha aumentado drásticamente en los últimos años en España . Controlar las buenas prácticas y los vertidos de purines es muy complicado.
Los vertidos de purines contaminan por tres vías cuando se dan en grandes concentraciones.
- Contaminación del suelo por exceso de nutrientes.
- Contaminación de las masas de agua del entorno por alta concentración de nitrógeno.
- Contaminación de la atmosfera por emisión de gases invernadero y malos olores.
Los macronutrientes que contienen los purines, principalmente Nitratos y Fosfatos, son macronutrientes, esenciales para la vida de las plantas, de manera que su exceso provoca la proliferación de vida descontrolada. Las aguas afectadas por exceso de nitratos dejan de ser potables.
El Consejo de Ministros ha aprobado, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, un Real Decreto por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas porcinas.
La norma implementa mejoras y novedades en los requisitos actualmente en vigor desde el año 2000 en materia de gestión de estiércoles en las granjas, y en el Plan de Producción y Gestión de estiércoles, que se amplía a todas las instalaciones y que formará parte de un Plan de Gestión Ambiental individualizado para cada granja.
Por otra parte la nueva norma introduce medidas para la reducción de las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero por parte de las granjas de ganado porcino, en particular, el registro de manera individualizada por cada granja de las emisiones y las técnicas que utiliza para su reducción (“Mejores técnicas disponibles”).
Solución para la contaminación por purines
La mayor parte de plantas de tratamiento utilizan metodologías muy similares, combinando algunas de las técnicas más populares como son la separación de fases, la nitrificación-desnitrificación o el compostaje.
Otro sistema es la agrupación de purines de la zona, en una planta de generación de biogás, donde se consigue generar energía a partir de estos purines, y se obtiene, además un subproducto que puede ser usado como abono o fertilizante. El inconveniente es el altísimo coste de estas plantas. Además da solución solo a determinadas zonas y no elimina los problemas de almacenaje del purín hasta que son llevados a la planta de generación de biogás.
Está constatado que el biogás es una solución que convierte un residuo en un recurso, pero en España se apostó por millonarias plantas de las que algunas no llegaron a funcionar.
Se ve más útil un modelo de autogestión de estos purines, con plantas pequeñas de generación de biogás, que integren el almacenaje y la generación de boigás en su sistema productivo, y el granjero se beneficie directamente de la energía producida y los subproductos. Para que esto sea posible, estos sistemas de generación de biogás han de ser asumibles económicamente por cada explotación y con un corto plazo de amortización.
Existen ya en el mercado, plantas escaladas para explotaciones porcinas y vacunas, donde los purines son directa y continuamente ingresados en el sistema, con lo que se elimina el almacenaje previo, y se genera un flujo de generación de energía del que se ve beneficiada directamente la explotación, dejando de ser energéticamente dependiente.
Además de los ingresos generados en la comercialización de los productos cárnicos, se añade un flujo de ingresos procedente de la planta de biogás.
Como dato interesante, la electricidad generada por cada 5 cerdos cubre el consumo medio anual de un ciudadano europeo en un año.
El sistema tradicional de hacer frente a los costes energéticos cada vez mayores de las explotaciones porcinas, además de emplear recursos en la gestión de los purines, es una continua escalada en los costes. Presenta un cambio en la gestión de sus purines que, de manera paralela, va a generar una nueva actividad económica, con la consiguiente fuente de ingresos.
El sistema con micro plantas de biogás es una solución asumible y sencilla. Tiene una tecnología ya madura, y de fácil implantación, muy extendida en Europa y entra a la explotación en un ciclo de Economía Circular.
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